
José Alberto Castro es hoy en día uno de los productores más reconocidos en la televisión mexicana, uno de sus éxitos, sin duda fue la telenovela “Rubí”, pero toda la experiencia y ese gran aprendizaje desde luego tiene que ver con que , su hermana, Verónica Castro, le abrió las puertas para entrar a trabajar en la televisión: la fábrica de sueños. Toda la familia Castro es muy unida y muy agradecida y seguramente José Alberto, “El Güero”, como le dicen de cariño, debe estar muy agradecido con La Vero, porque recordemos cuando ella trabajó en un pequeñísimo personaje en la telenovela “Código Postal” sólo por tratarse de su hermano y a pesar de recibir infinidad de críticas por ello. Y miren lo que es la vida, hoy José Alberto Castro llega a Argentina, la tierra en donde Verónica es un verdadero ídolo, donde la adoran, a producir “Los Exitosos Pérez”. Cuando Verónica llegó a la Argentina por primera vez obviamente José Alberto aún no era productor, ¡qué privilegiado debe sentirse de ser hoy él quien produce esta exitosa telenovela protagonizada por Jaime Camil y Ludvika Paleta y ¡Qué gran acierto de “La Vero” de sugerirle a su hermano llevar en el elenco a Rogelio Guerra, para así reunir a la pareja memorable de “Los Ricos También Lloran” después de 30 años! y casualmente, en la historia de Los Pérez, Franco y Roberta están divorciados y pareciera que fuera la continuación de la telenovela que llevó a Verónica a recorrer el mundo. El éxito que ha tenido esta telenovela radica justamente en tener en un mismo capítulo, la telenovela reality con Ludvika y Jaime y la telenovela clásica con Rogelio y Verónica. Esta mancuerna de “El Güero” y “La Vero” es una mancuerna de éxito y así lo está demostrando esta telenovela porque el personaje de Roberta Santos le fascina al público televidente y qué tino de José Alberto de ofrecerle a su hermana la primer villana en su carrera. El rating habla y la verdad cuando no sale Roberta Santos es mejor cambiarle, pero bueno, José Alberto Castro seguramente revisa los ratings y sabrá medirle el agua a los camotes.